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El Pelafustán

24.2.17

Diez años





































El blog Datapuntochaco nació cuando la Argentina empezaba a levantarse de las ruinas que dejaron el menemato y la Alianza. Ahora, cumple una década en el inicio de un gobierno cuya matriz ideológica es la misma de la que gobernó aquellos años.   

Datapuntochaco | EDITORIAL

El blog Datapuntochaco cumplió en enero 10 años. En 2007, cuando nació esta propuesta, la Argentina empezaba a levantarse de las ruinas que dejaron el menemato y la Alianza. Una década después, gran parte de lo construido desde 2003 empieza a derrumbarse gracias a las políticas de esta nueva Alianza, Cambiemos, comandada por el empresario Mauricio Macri y el grupo de CEO que tiene por gabinete, con el sustento legislativo de la devenida reaccionaria UCR y el opoficialismo de Sergio Massa y los kirchneristas arrepentidos del Bloque Justicialista.
El blog nació como espacio crítico de los medios de comunicación y ese sigue siendo su objetivo. Por eso pedimos disculpas a quienes nos escriben creyendo que este es un medio informativo, que da noticias sobre el cobro de haberes, si hay paro de colectivos o si hay probabilidad de lluvias, y a quienes solicitan cobertura periodística sobre algún tema u ofrecen artículos para el blog.
Como novedad, a partir de este año, dejarán de editarse Urbanoblog y Más. En cambio, seguirá activo Vademécum.
La prensa atraviesa momentos muy difíciles en todo el mundo. Pero en lugares como Chaco y Corrientes, donde las empresas periodísticas están manejadas por verdaderos truhanes, los problemas son más acuciantes.
En Corrientes, casi ningún medio de prensa tiene a sus empleados en blanco y en todos se pagan sueldos miserables, pese a que los propietarios son empresarios cuyas fortunas son conocidas. En verdad, son adinerados precisamente porque se manejaron siempre por izquierda, evadiendo impuestos y sin cumplir las leyes laborales. Algunos incluso son representantes en entidades defensoras del periodismo, por lo que su condición de crápulas es inocultable.
Es posible que este año varios diarios de la región resuelvan importantes reestructuraciones debido a que la edición de papel naufraga en una sociedad que prefiere “informarse” a través de Internet. 
Eso significará decenas de personas que quedarán sin trabajo y sin posibilidades siquiera de cobrar una indemnización o el seguro de desempleo. Terminarán lisa y llanamente en la calle, ahondando la crisis social que vino a reinstalar el gobierno de Cambiemos.
El rol de los medios de prensa en la Argentina es un debate que comenzó en tiempos del kirchnerismo, en particular a partir de 2008, cuando el gobierno de Cristina Fernández enfrentó a la patronal campera, y sigue hasta hoy, aunque quizá de manera menos encendida.
Los últimos escándalos del gobierno de Macri, sobre todo la autocondonación de deuda que se otorgó el presidente en el caso del Correo, pudieron conocerse gracias a que el multimedios Clarín ya no maneja totalmente la agenda periodística como en tiempos del kirchnerismo.
Ese es un avance importante para la sociedad. El control obsceno de la Justicia y los constantes conflictos de intereses por medidas que benefician a las empresas de funcionarios, aunque esperables, no dejan de asombrar. Hay que recordar que la baja o supresión de las retenciones a productos agropecuarios mejoró el patrimonio del ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y los tarifazos en servicios públicos favorecieron al ministro de Energía, Juan José Aranguren. Por si ello fuese poco, el Gobierno anunció un acuerdo con Shell, de la que Aranguren es accionista, por Vaca Muerta, en otra muestra más de la matriz macrista. 
La Justicia argentina, alineada claramente con el macrismo, sigue en su cometido de acorralar a Cristina y a algunos de sus funcionarios con procedimientos rayanos en la ilegalidad. La prensa corporativa azuza con la oleada justiciera para contrarrestar en parte los desbarajustes de la gestión macrista, que a más de un año no obtuvo ninguno de los logros económicos prometidos.
Los audios de charlas privadas de la expresidenta con Oscar Parrilli, en las que lo “escandaloso” es que se la escucha decir a Cristina “pelotudo”, fueron presentados por la prensa corporativa como si se estuviera ante el más grave de los delitos; sin embargo, las escuchas de conversaciones entre el presidente de Boca, Daniel Angelici –operador de Macri en la Justicia, según la Lila Carrió– en las que “negocia” con un integrante del Tribunal de Disciplina de la AFA sanciones para jugadores xeneizes despertaron escaso interés en los operadores periodísticos del Gobierno, entre ellos el empresario de medios ultramacrista Luis Majul.
El blindaje clarinista no está dando los resultados esperados. Mire la encuesta que se mire, Cristina tiene la mayor intención de voto en la provincia de Buenos Aires, cuya gobernadora se quedó bajo el sol de Cancún mientras varios pueblos bonaerenses quedaron bajo agua en enero.

El muerto se asusta del degollado

2017 se anticipa aciago. Es un año electoral. En Corrientes se elegirá gobernador y es probable que los correntinos tengan que votar en varios turnos de junio a octubre. Para colmo, la campaña electoral comenzó el año pasado. La intendenta de Perugorría, Angelina Lesieux, llegó a estar en los medios de prensa porteños (esos que algunos llaman nacionales) por una denuncia difundida en el programa de televisión del ultramacrista Majul, por América TV, cuyo revuelo no se condice en nada con la proporción de la denuncia ni con los niveles de audiencia de La cornisa.
Además, ni siquiera el propio Majul conoce demasiado bien lo que se mostró en su programa porque llamó Perurrogia [Perurróyia] al pueblo correntino donde supuestamente la administración comunal desvió fondos destinados a obras en la campaña política.
A fines del año pasado, aparecieron en la capital de Corrientes afiches con la inscripción “Camau devolvé la plata de Perugorría”, porque a toda costa se busca atar al candidato a gobernador del PJ, el senador nacional Camau Espínola, con lo ocurrido en la Perurrogia de Majul.
No se entiende por qué el PJ acepta con docilidad que el radicalismo y otros partidos hoy alineados a Macri sigan haciendo aparecer al peronismo como sinónimo de corrupción cuando los que acusan no son precisamente carmelitas descalzas. Chaco conoce la corrupción radical de 12 años de gobierno desde 1995 hasta 2007, y Corrientes también.
No se trata acá de defender a Lesieux ni a Camau. Los hechos denunciados apuntan más a reforzar la idea de que en la década pasada no se hizo otra cosa que robar y, en el caso particular de Corrientes, dejar pegado a Camau, que es quien tiene grandes chances de derrocar al colombismo, instalado en el poder desde 2001 en la provincia vecina, esto es 16 años pese al “republicanismo” radical.
Quien dio en el clavo fue el intendente de Corrientes, Fabián Ríos, cuando, en una reunión partidaria, se preguntó por qué se ocultan a la opinión pública casos que involucran al oficialismo provincial y se ventilan con grandes titulares los que afectan al PJ. Los supuestos casos de corrupción de Lesieux y de otros intendentes del PJ llenan los espacios de los medios escritos y audiovisuales, pero nada se dice de las causas judiciales de integrantes del oficialismo.
La prensa correntina, chata y berreta, defiende los intereses del establisment político-económico de la provincia y no se mete con sus desaguisados. Su rol es ser propagandista del gobierno de turno, ocultando todo aquello que roce al poder y neutralizando a todo aquello que amenace al poder, llámese oposición partidaria, sindicatos u organizaciones sociales.
Lo escandaloso es que la prensa, manejada por empresarios violadores seriales de la ley y explotadores laborales, acuse a políticos de corruptos cuando los propios dueños o directivos de los medios están libres solo porque forman parte de ese engranaje de impunidad que regentea la sociedad. Basta con googlear algunos apellidos de propietarios de medios o de periodistas de Corrientes para entender que, en este caso, el muerto se asusta del degollado. 

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